La mediación: La mejor estrategia de resolución de conflictos
Actualmente, la mediación se presenta como una forma innovadora de múltiples oportunidades de comunicación y correspondencia social para resolver conflictos. Si quieres ampliar tus conocimientos en esta área te invitamos a formar parte del Máster en Mediación y Gestión de Conflictos
¿Qué es la mediación y cuál es el rol del mediador?
La mediación es considerada como una estrategia de resolución de conflictos entre dos partes opuestas, con la particularidad de incluir a una persona externa que interviene para facilitar la solución de conflictos. Las partes implicadas solicitan esta participación a demanda, generalmente, ya que no son capaces o no se encuentran en condiciones de conseguir un acuerdo por sí solos.
La figura del mediador presenta un papel más orientado a la guía y a la facilitación para que sean las partes implicadas las que alcancen un punto medio deseado. Como agente activo del proceso, se mostrará en todo momento imparcial y fundamentará su acción potenciando la comunicación, la escucha activa, la empatía y el respeto. El mediador se presenta como un canalizador de las necesidades de ambas partes ayudando a la negociación y al intercambio para que ambas partes “ganen” en el proceso.
Principios de la mediación
Voluntad y voluntariedad
El primer elemento indispensable para la mediación es la motivación. Aunque sea en lo único, ambas partes han de mostrar predisposición a la cooperación para finalmente poder resolver el foco de conflicto. Cabe esperar que, como previamente se ha solicitado la mediación, el nivel de compromiso sea alto y mejore paralelamente al proceso.
Igualdad
Para que el fenómeno de mediación sea factible, éste se ha de fundamentar en una relación mutua de respeto entre las partes a lo largo de todo el proceso y extrapolarse posteriormente a la vida diaria de los implicados. A través de la mediación las personas también adquieren repertorios conductuales asertivos.
Imparcialidad y neutralidad
El rol del mediador ha de fundamentarse en el principio de imparcialidad sin ningún poder de influencia directa o decisión por su parte. Su acción mediadora se asienta en guiar a los implicados en su propio proceso de solución del problema sin dictaminar en el mismo. Es de obligación para el mediador asegurar un equilibrio constante sin decantarse ni imponer.
Confidencialidad
Será muy importante, especialmente en los primeros encuentros, garantizar una confidencialidad total a los participantes sobre los recursos que se van a utilizar, la documentación aportada y los datos recabados en las sesiones. Por otro lado, se asegurará a los implicados que dicho material será privado y en ningún caso se facilitará a ninguna de las partes ni se usará de forma externa.
Transparencia
La mediación de conflictos supone a los implicados una situación novedosa que puede generar nerviosismo o incluso ansiedad. Para minimizar estos efectos negativos, se describirá detalladamente al inicio del proceso el funcionamiento de las sesiones, la metodología y el rol que desempeñará el propio mediador.
Flexibilidad
La resolución de conflictos ha de articularse como un proceso abierto y flexible al cambio, a la modificación y a la organización. Se organiza como un elemento receptivo de cambios en todo momento, para adaptarse más y mejor a los objetivos planteados.
Protagonismo de las partes
Los agentes principales de la mediación son las partes implicadas que presentarán una actitud activa y protagonista durante el desarrollo de todo el proceso.
Tipos de mediación
Como alternativa de solución de conflictos, la mediación se puede aplicar a diferentes áreas o de diferentes formas:
Facilitación
La facilitación es el caso de mediación más común, en el que se guía la misma hacia un consenso entre las partes.
Mediación transformadora
La mediación desde una línea transformadora persigue alcanzar un cambio más profundo, un cambio constructivo. El objetivo de esta práctica es el de generar un cambio de posición que trascienda con respecto al inicial una vez se hayan identificado las necesidades del otro.
Mediación consultiva
Este tipo de mediación es una rama que pretende facilitar y solventar los procesos judiciales por lo que es una medida más directa y agresiva centrándose en los intereses de cada una de las partes.
Mediación electrónica
En coherencia con la sociedad digital actual, la mediación electrónica se recomienda a personas situadas en localizaciones diferentes o incluso el conflicto no permite la interacción en un mismo espacio-tiempo.
Mediación familiar
En la mediación familiar, se aplican las premisas del proceso general de mediación al seno de una familia. Los conflictos que normalmente se abordan en esta modalidad son las disputas entre miembros, diferencias económicas y de comunicación, divorcios, etc.
Mediación escolar
En el ámbito educativo, la mediación es considerada como una medida necesaria para mejorar el clima de convivencia. Es común disponer de un equipo mediador formado en la materia tanto a nivel de centro como a nivel de aula (mediación entre compañeros) que facilite la resolución de conflictos escolares.
Mediación social
La mediación social es una estrategia en auge debido a las demandas que la sociedad enfrenta continuamente, aplicando los principios de la mediación general a colectivos diferentes.
Mediación Sanitaria
Las partes involucradas en la mediación sanitaria utilizarán esta vía no judicial para resolver los conflictos existentes que se suelen relacionar con desacuerdos en la asistencia recibida o de un familiar, limitación de cuidados o actos quirúrgicos, mala praxis, etc. a través del diálogo y la comunicación.
Mediación empresarial o laboral
Como en otras áreas de interacción humana, la empresa también puede ser un escenario de conflictos. De forma paralela al anterior, la mediación laboral se manifiesta como un espacio situado en la misma empresa destinado a solventar diferencias y conflictos laborales.
Fases de la mediación
A continuación, se muestra una estructura de las fases del proceso mediador:
Fase de premediación
Como etapa inicial, el objetivo será el de garantizar la confianza y la confidencialidad, además de facilitar información sobre el desarrollo y la metodología del proceso. En esta primera parte se prepara el terreno para la intervención y se recaba información y datos como preámbulo del problema.
Fase de mediación
En esta fase se deposita el cuerpo completo del proceso de mediación y engloba las siguientes partes:
- Recogida de información por ambas partes: Se trabaja la comunicación y la asertividad como herramientas necesarias para todo el proceso. Se facilita a ambas partes la exposición de sus opiniones, sentimientos, percepciones, etc. El mediador observará y analizará todos los datos aportados de forma imparcial.
- Aclarar el problema: Cada parte presenta su versión y percepción del conflicto, desahogándose y escuchando también a la otra parte. Es importante dedicar el tiempo necesario a esta etapa para sentar las premisas de forma clara y sintética.
- Proponer soluciones: La figura del mediador en esta fase será clave: guiará a las partes a focalizar la atención en la empatía y el respeto hacia las diversas posiciones, se formularán los diferentes enfoques del problema, identificar los intereses y las necesidades para finalmente alcanzar un acuerdo común.
Llegar a un acuerdo
En la última etapa, el mediador acompañará a los implicados en la valoración de las propuestas identificando las ventajas y los inconvenientes que presentan cada una de ellas. Igualmente, se determinará el acuerdo establecido a través de un compromiso firmado para su cumplimiento.