Trastorno del Espectro Autista (TEA): Qué es, síntomas, y tratamiento
El trastorno del espectro autista (TEA) es una condición que afecta el desarrollo neurológico y provoca dificultades en la comunicación e interacción social. El TEA abarca un amplio espectro de síntomas, habilidades y niveles de apoyo que necesitan las personas.
Definición de TEA
- Comunicación e interacción social
- Patrones restrictivos y repetitivos de comportamientos, intereses o actividades
Sin embargo, debido a que el TEA abarca un amplio espectro de síntomas y niveles de apoyo, dos personas con este diagnóstico pueden ser muy diferentes entre sí.
-
Espectro: hace referencia al amplio rango de síntomas, habilidades y niveles de apoyo que se observan en personas con este trastorno.
-
Neurodesarrollo: se refiere al desarrollo del cerebro y sistema nervioso.
-
Discapacidad del desarrollo: son discapacidades causadas por diferencias en el desarrollo neurológico.
Prevalencia del TEA
- El TEA es 4 veces más frecuente en niños que en niñas.
- Aproximadamente un 50% de las personas con TEA tienen inteligencia promedio o superior.
- Alrededor del 70% de las personas con TEA también tienen otra condición mental o neurológica, como epilepsia, depresión o ansiedad.
Síntomas característicos del TEA
Los principales síntomas del trastorno del espectro autista son diferencias cualitativas (no solo de grado) en dos áreas del desarrollo:
Dificultades en la comunicación e interacción social
-
Dificultades para mantener contacto ocular.
-
Problemas para compartir intereses o emociones con otros.
-
Dificultades para entender los sentimientos o perspectivas de otras personas.
-
Retraso o ausencia del habla en la infancia temprana. Vocalizaciones estereotipadas como ecolalia.
-
Problemas para iniciar, mantener o finalizar conversaciones.
-
Problemas en el juego imaginativo y simbólico.
-
Dificultades para entender expresiones faciales, gestos, lenguaje no verbal o humor.
Patrones de comportamientos e intereses restringidos y repetitivos
- Movimientos estereotipados repetitivos, como mecerse, agitar las manos o voltear objetos.
- Fuerte adhesión a rutinas, rituales o patrones de comportamiento. Fuerte resistencia al cambio.
- Intereses limitados que son inhabituales en foco o intensidad. Como un interés intenso y obsesivo por cierta información o temas específicos.
- Hiper o hiposensibilidad sensorial. Respuestas atípicas a los sonidos, texturas, olores o sabores.
Causas
No se conocen con exactitud las causas del trastorno del espectro autista, aunque probablemente son una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan el desarrollo neurológico temprano.
Factores genéticos
- 36%-90% en gemelos idénticos
- 0%-30% en gemelos no idénticos
Anomalías en el desarrollo cerebral
-
Anomalías en la estructura y función de áreas relacionadas con interacciones sociales, como la corteza prefrontal y la amígdala.
-
Diferencias en áreas relacionadas con la comunicación y el lenguaje, como en los giros temporales superiores.
-
Mayor tamaño total del cerebro, especialmente en áreas frontales y temporales.
-
Mayor densidad de neuronas en la sustancia gris de ciertas áreas.
-
Diferencias en la función y conectividad entre áreas cerebrales.
Posibles factores ambientales
También se están estudiando potenciales factores ambientales, como:
- Exposición a sustancias tóxicas durante la gestación, como plomo, mercurio o pesticidas.
- Infecciones o inflamación de la madre durante el embarazo.
- Edad avanzada de los padres en el momento de concebir al niño con TEA.
- Prematuridad o trauma al nacer.
Pero se necesita más investigación para confirmar si estos u otros factores ambientales aumentan realmente el riesgo de desarrollar TEA.
Diagnóstico
Realizar un diagnóstico preciso y oportuno del trastorno del espectro autista es muy importante para acceder cuanto antes a los servicios y apoyos apropiados.
Edad típica de diagnóstico
Aunque los síntomas suelen aparecer antes de los 3 años de edad, con frecuencia hay un retraso entre las primeras señales y el diagnóstico formal, que suele darse entre los 4 y 5 años.
Algunos niños no reciben un diagnóstico hasta mucho después, a veces incluso hasta la adultez. Esto se debe tanto a la variabilidad en la apariencia de los síntomas, como a las barreras en el acceso a servicios de evaluación especializados.
Pruebas y evaluaciones utilizadas
- Evaluación del desarrollo por un profesional capacitado. Como un psicólogo, psiquiatra o neurólogo infantil. Incluye entrevistas a los padres sobre el historial médico y de desarrollo.
- Pruebas estandarizadas de comportamiento. Como el CARS-2 para evaluar la gravedad de síntomas de TEA.
- Pruebas de audición y visión. Para descartar problemas sensoriales como causa de las diferencias de comportamiento.
- Exámenes médicos y genéticos. Para detectar enfermedades subyacentes o factores genéticos asociados al TEA.
Criterios del DSM-5 para el diagnóstico
-
Déficits persistentes en comunicación social e interacción social en diversos contextos. Manifestado por lo siguiente:
- Déficits en reciprocidad socio emocional.
- Déficits en conductas comunicativas no verbales para la interacción social.
- Déficits para desarrollar y mantener relaciones apropiadas al nivel de desarrollo.
-
Patrones restrictivos y repetitivos de comportamientos, intereses o actividades que se manifiestan en dos o más de los siguientes puntos:
- Movimientos, habla o manipulación de objetos estereotipados o repetitivos.
- Excesiva inflexibilidad a los cambios o adhesiones inflexibles a rutinas.
- Intereses restringidos de intensidad anormal.
- Hiper o hiporeactividad sensorial o interés inhabitual por aspectos sensoriales.
-
Los síntomas deben estar presentes desde edades tempranas.
-
Los síntomas causan un deterioro significativo del funcionamiento social o laboral.
Tratamiento
Aunque no existe cura para el trastorno del espectro autista, sí es posible mejorar significativamente las habilidades y funcionamiento de las personas mediante tratamientos e intervenciones enfocadas en sus necesidades específicas.
No hay cura, pero se puede mejorar la calidad de vida
Si bien el TEA es una condición crónica, los expertos coinciden en que la mayoría de los niños pueden mejorar sus habilidades con un tratamiento y apoyo estructurado.
Con intervención temprana y cuidados de por vida adaptados, las personas con TEA pueden llevar vidas plenas e independientes dentro de sus capacidades individuales.
Terapias
Algunas terapias útiles para mejorar las habilidades de comunicación, interacción social y patrones de comportamiento de personas con TEA son:
- Terapia del habla y lenguaje: mejora el habla, lenguaje y habilidades de comunicación.
- Terapia ocupacional: desarrolla habilidades motoras finas, de procesamiento sensorial o para actividades cotidianas.
- Modificación de conducta: enfocada en comportamientos desafiantes o problemáticos mediante refuerzo positivo.
- Entrenamiento de habilidades sociales: mejora la interacción social y reconocimiento de emociones en otros.
La mayoría de expertos coinciden en que una combinación de terapias produce los mejores resultados a largo plazo.
Medicamentos para control de síntomas
No hay medicamentos que curan o modifican los síntomas centrales del TEA. Sin embargo, en algunos casos los médicos pueden recetar fármacos para tratar condiciones asociadas, como:
- Ansiedad o depresión.
- Déficit de atención o hiperactividad (TDAH).
- Trastornos del sueño.
- Convulsiones o epilepsia.
Es importante que el uso de medicamentos se supervise cuidadosamente evaluando su efectividad relativa a efectos secundarios.
Intervenciones educativas especializadas
Los niños con TEA suelen requerir adaptaciones y apoyos especializados en sus entornos de aprendizaje para mejorar su rendimiento académico y funcionamiento conductual.
Algunas estrategias útiles en las escuelas son:
- Estructurar y estudiar en ambientes pequeños y libres de distracciones.
- Incorporar apoyos visuales y experimentales de aprendizaje.
- Evaluar y monitorear frecuentemente su progreso.
- Fomentar ambientes inclusivos, libres de bullying.
- Capacitar a los profesores sobre las necesidades específicas.
- Proveer terapias ocupacionales, del lenguaje o recreativas en horario escolar.
Con las intervenciones educativas adecuadas los niños con TEA pueden ser exitosos en sus estudios y prepararse para llevar vidas productivas.
Viviendo con TEA
Convivir con el trastorno del espectro autista conlleva desafíos particulares en las distintas etapas de la vida. Pero con los apoyos y comprensión adecuados, las personas con TEA pueden tener una buena calidad de vida.
Desafíos en diferentes etapas de la vida
Algunos de los retos que enfrentan comúnmente las personas con TEA son:
- Dificultades en habilidades de comunicación, interacción social y patrones de comportamiento desde edades tempranas.
- Problemas de aislamiento, intimidación o depresión durante la niñez y adolescencia.
- Limitaciones en oportunidades vocacionales y para vivir de forma independiente durante la adultez.
- Mayor aislamiento social y problemas de salud mental como ansiedad o depresión en la adultez.
- Declive en funcionamiento adaptativo y soporte familiar al envejecer, con el consecuente aislamiento en la vejez.
Sin embargo, centrarse en las limitaciones subestima el potencial de las personas con TEA. La comprensión, los apoyos apropiados en cada etapa de desarrollo y un enfoque en desarrollar sus talentos inherentes puede llevar a resultados mucho más positivos.
Recomendaciones para padres y cuidadores
-
Informarse y educarse lo más posible sobre el trastorno para entender las necesidades específicas de cada persona.
-
Trabajar en equipo con los profesionales de salud y educadores para personalizar los apoyos.
-
Fomentar la independencia y autosuficiencia en actividades apropiadas para la edad.
-
Ayudarlos a desarrollar talentos y perseguir sus intereses, que suelen ser la clave de su motivación.
-
Fomentar ambientes estructurados y predecibles, pero introducir cambios graduales para aumentar la flexibilidad.
-
Practicar y reforzar habilidades sociales partiendo de los puntos fuertes individuales.
-
Evitar el aislamiento y fomentar que formen parte de grupos sociales con pares que los acepten
Formación especializada en TEA
Categorías
Otras noticias que te pueden interesar
¿Qué estudios se necesitan para ser psicólogo educativo?
Si te interesa la psicología o tienes experiencia en ella, de igual manera que si tienes motivación por ayudar a mejorar los sistemas de educación actual, esta formación te interesa. Descubre a continuación en qué consiste esta especialidad y cómo se aplica hoy en día.