Cómo se representa la depresión en la infancia
Las depresiones infantiles no han sido identificadas y diagnosticadas por los profesionales hasta los años setenta, debido a que la mayoría de las veces se presenta de manera encubierta y latente, a través de síntomas inespecíficos, no típicamente depresivos, además, la falta de madurez conlleva que los niños no siempre sepan describir lo que sienten.
Características principales
La depresión en los niños pequeños se caracteriza por lo siguiente:
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La presencia de tristeza.
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En los síntomas físicos podemos ver la afectación de la psicomotricidad, que generalmente se muestra inhibida.
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Distorsiones cognitivas, siendo la más frecuente la baja autoestima.
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Otros síntomas de expresión corporal como trastornos del sueño, o de expresión social como el retraimiento.
En la actualidad, según el Manual Diagnóstico y Estadístico DSM-V podemos hablar de Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de ánimo, que se encuentra dentro de los trastornos depresivos, y que se refiere a la presentación de irritabilidad persistente y episodios frecuentes de descontrol conductual extremo en los niños de hasta 12 años de edad.
La importancia de la revisión
La prevalencia de la depresión infantil es similar a la de la depresión en los adultos afectando severamente la salud mental.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud estima que un 3% de la población infantil sufre depresión, que representa entre el 10 y el 15% de las consultas de psiquiatría infantil según diferentes autores.
Cómo identificarlo
El diagnóstico de la depresión debe hacerse tras una buena historia clínica, una buena anamnesis y una valoración de los síntomas que presenta el niño y en caso de padecerla es necesario la terapia psicológica.
Son útiles como ayuda algunas escalas para el diagnóstico de las depresiones infantiles, las más conocidas y empleadas son las derivadas de la propuesta de Beck, y la CEDI, Cuestionario Español de Depresiones Infantiles.