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Apraxia del habla: Diagnóstico e intervención logopédica

Publicado: 26 mar 2024
Apraxia del habla: Diagnóstico e intervención logopédica

La apraxia del habla, o dispraxia verbal, es una condición neurológica que dificulta la habilidad de un individuo para coordinar y realizar los movimientos precisos requeridos en la producción del lenguaje hablado, a pesar de tener la capacidad física y el deseo de comunicarse.

¿Qué es la apraxia del habla?

La apraxia del habla es un trastorno motor del habla que se origina por una lesión en las áreas del cerebro responsables de la planificación y ejecución de los movimientos necesarios para hablar. Las personas con este trastorno tienen dificultades para producir sonidos, sílabas y palabras de manera consistente y correcta, a pesar de tener una comprensión intacta del lenguaje y una función muscular adecuada.

Es importante distinguir la apraxia del habla de otros trastornos del habla, como la disartria o la afasia. Mientras que la disartria se debe a una debilidad o falta de coordinación de los músculos del habla, y la afasia afecta principalmente la comprensión o producción del lenguaje, este es un trastorno específico de la planificación motora del habla.

Causas del trastorno

Este trastorno puede ser causado por diversas condiciones neurológicas que dañan las áreas del cerebro responsables de la planificación y ejecución de los movimientos del habla. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Accidente cerebrovascular (ictus)
  • Traumatismo craneoencefálico
  • Tumores cerebrales
  • Enfermedades neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis lateral amiotrófica)
  • Infecciones cerebrales (como la encefalitis o la meningitis)
En algunos casos, la apraxia del habla puede ser congénita, lo que significa que está presente desde el nacimiento. La apraxia del habla congénita es un trastorno poco común y su causa exacta aún se desconoce.

Síntomas del trastorno

Los síntomas de este trastorno pueden variar en gravedad y presentación, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Inconsistencia en la producción de sonidos y palabras: Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para producir los mismos sonidos o palabras de manera consistente, incluso cuando intentan repetirlos.

  • Errores en la pronunciación: Pueden sustituir, omitir o añadir sonidos en las palabras, lo que hace que su habla sea difícil de entender.

  • Habla lenta y laboriosa: Las personas con este trastorno a menudo hablan lentamente y con gran esfuerzo, ya que tienen dificultades para planificar y ejecutar los movimientos necesarios para producir los sonidos del habla.

  • Dificultad para iniciar el habla: Pueden tener problemas para comenzar a hablar o pueden experimentar bloqueos al intentar producir ciertas palabras.

  • Errores en la entonación y el ritmo del habla: El habla de las personas con este trastorno puede sonar monótona o tener un ritmo inusual, ya que tienen dificultades para controlar los aspectos prosódicos del habla.

Es relevante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar en función de la gravedad del trastorno y de la presencia de otros trastornos del habla o del lenguaje concomitante.

Diagnóstico del trastorno

El diagnóstico de la apraxia del habla requiere una evaluación exhaustiva por parte de un logopeda o patólogo del habla y lenguaje. El proceso de evaluación puede incluir:

  • Entrevista exhaustiva: El logopeda recopilará información sobre la historia médica y del desarrollo del paciente, así como sobre sus dificultades específicas del habla.

  • Examen de la función oral-motora: Se evaluará la fuerza, el rango de movimiento y la coordinación de los músculos involucrados en el habla, como la lengua, los labios y la mandíbula.

  • Evaluación del habla: El logopeda evaluará la capacidad del paciente para producir sonidos, sílabas, palabras y frases, así como la consistencia, precisión y inteligibilidad de su habla.

  • Pruebas estandarizadas: Se pueden utilizar pruebas estandarizadas específicas para evaluar este trastorno, como la Evaluación de la Apraxia del Habla en Adultos (ASHA, por sus siglas en inglés).

  • Evaluación de la comprensión del lenguaje: Aunque la apraxia del habla no afecta directamente la comprensión del lenguaje, es importante evaluarla para descartar la presencia de otros trastornos del lenguaje concomitantes.

Un diagnóstico preciso de la apraxia del habla es crucial para desarrollar un plan de tratamiento adecuado y personalizado.

Intervención logopédica

La intervención logopédica es el pilar fundamental del tratamiento de este trastorno. El objetivo principal de la terapia es mejorar la capacidad del paciente para planificar y ejecutar los movimientos necesarios para producir el habla de manera más precisa, consistente y fluida. Algunas de las estrategias y técnicas utilizadas en la intervención logopédica incluyen:

  • Terapia motora del habla: Se centra en mejorar la planificación y ejecución de los movimientos del habla a través de ejercicios específicos que se centran en la producción de sonidos, sílabas y palabras. Estos ejercicios pueden incluir la imitación, la repetición y la práctica en diferentes contextos.

  • Terapia de entonación melódica: Esta técnica utiliza elementos musicales, como el ritmo y la melodía, para facilitar la producción del habla. Se ha demostrado que la terapia de entonación melódica puede ser especialmente beneficiosa para las personas con apraxia del habla severa.

  • Entrenamiento en estrategias compensatorias: Se enseña a los pacientes estrategias para compensar sus dificultades del habla, como el uso de gestos, la escritura o la comunicación aumentativa y alternativa (CAA).

  • Práctica en contextos funcionales: Es fundamental que la terapia incluya la práctica de las habilidades del habla en contextos funcionales y significativos para el paciente, como conversaciones, juegos de roles y actividades de la vida diaria.

  • Educación y apoyo a la familia: La participación y el apoyo de la familia son fundamentales en el proceso de rehabilitación. El logopeda educará a la familia sobre el trastorno y les proporcionará estrategias para apoyar y facilitar la comunicación del paciente en el hogar y en otros entornos.

La duración y frecuencia de la intervención logopédica dependerán de la gravedad del trastorno y de las necesidades individuales del paciente. Es crucial tener en cuenta que la recuperación puede ser un proceso largo y que se requiere paciencia, constancia y un enfoque colaborativo entre el paciente, la familia y el equipo de rehabilitación.


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