Cómo superar el miedo al conflicto
Es común encontrar personas que evitan enfrentarse a otras por miedo al conflicto. Pero, no afrontar este miedo, no hace que el conflicto desaparezca, sino todo lo contrario, complica aún más la situación.
El principal miedo que surge es a discutir, especialmente cuando somos propensos a dejarnos llevar por la tensión y el estrés, incluso por la ira, generando situaciones conflictivas.
Hoy, te contamos cómo puedes superar el miedo al conflicto y aprender de los mismos.
Significado del miedo
Para entender este miedo, es necesario partir de lo que entendemos por conflicto.
La palabra conflicto deriva del latín conflictus, significando «para atacar juntos».
El diccionario de la Lengua Española lo define como «combate, lucha, pelea»; «enfrentamiento armado»; «apuro, situación desgraciada y de difícil salida»; y, finalmente, como «problema, cuestión, materia de discusión».
Esto demuestra que, la mayoría, nos acercamos al conflicto con una actitud negativa u opiniones que nos dicen que es malo y que causa dolor, estrés, temor y relaciones amargas, lo que afecta a la forma en la que nos relacionamos con los demás y cómo respondemos ante situaciones conflictivas.
El conflicto en la vida
Pero no debemos olvidar que, el conflicto, se da en cada uno de los ámbitos de la vida. Sabemos, por tanto, que siempre existirá y lo que determinará sus efectos serán los mecanismos que se utilicen para resolverlo.
Los conflictos aparecen a diario y con frecuencia en diferentes situaciones, afectando a todas nuestras relaciones, incluidas las relaciones con uno mismo. Además, influyen en la vida de la persona, en su felicidad y en su clima social; y tienen gran trascendencia, pues somos el resultado de la forma en la que solucionamos nuestros conflictos. Así, también, nos encontramos ante una gran fuente de aprendizaje, siempre que su gestión sea la adecuada, claro.
Por este motivo que debemos aprender a convivir con ellos, aceptarlos y aprender a gestionarlos de manera natural, apostando por el desarrollo y cambio en los modelos alternativos de gestión de conflictos y desarrollando habilidades sociales que nos permitan resolver los problemas de forma constructiva.
Antes de nada, para afrontar favorablemente cualquier conflicto, conviene aprender a manejar las situaciones estresantes, ya que esto nos permitirá enfrentar la situación de forma más calmada.
También debemos aprender algunas habilidades básicas para la resolución de conflictos, como son la capacidad de saber comunicarte y saber escuchar, así como reconocer tus propias emociones.
Construir desde el conflicto
El trabajo de resolución de conflictos está basado en la idea de que el conflicto es un valor positivo, siempre que se maneje de forma constructiva. Puede ayudar a:
- Aprender mejores caminos de resolver problemas.
- Construir relaciones mejores y más duraderas.
- Aprender más sobre nosotros mismos y sobre los demás.
La idea que hay que recordar es que el conflicto forma parte de nosotros, es imposible evitarlo, por lo que será la forma en la que lo gestionemos la que contribuya a crear una oportunidad de crecimiento personal (si se sabe aprovechar) o, todo lo contrario, se convierta en una situación de caos que no favorece el desarrollo.
Una vez que se ha tenido experiencia sobre lo constructivo de la resolución de conflictos será más probable alcanzar soluciones positivas en conflictos futuros.
Como dijo Cristóbal Jodorowsky: "Un conflicto no resuelto es como un disco rayado. Impide que pasemos a la siguiente melodía".